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El covidianismo se impone en la HSSPX


El pasado cinco de enero, el canal de Youtube SSPX News publicaba un vídeo en el que el superior de la Hermandad Sacerdotal de San Pío X, don Davide Pagliarani, daba su parecer con respecto a la Plandemia y tomaba una posición sobre la legitimidad de la vacunación contra el Covid-19.

La postura adoptada por el superior de la Hermandad ha causado (y continúa provocándolo) un gran revuelo en Internet, mostrando las grandes discrepancias que mantienen muchos de los fieles de la HSSPX con un punto de vista que, de un tiempo a esta parte, se ha ido consolidando como la opinión general de toda la Sociedad Sacerdotal. 

Desde que muchos de los prioratos comenzaran a difundir las opiniones vertidas por el sacerdote de tendencia liberal don Arnaud Sélégny ─donde legitimaba como moralmente aceptables las vacunas contra el Covid-19 calificando sus medios de obtención (utilización de líneas celulares de abortos provocados) como «pecados remotos»─, este parecer ha ido paulatinamente imponiéndose como la opinión general de la Hermandad. Al mismo tiempo, han ido acallando y censurando las conclusiones de sacerdotes, religiosos e incluso superiores de prioratos o distritos que han considerado como moralmente inaceptables la mayoría de las vacunas contra el Covid-19. 

Don Davide Pagliarani afrima que, si bien la Hermandad no toma una postura sobre un «asunto médico», donde en principio deja libertad a cada sacerdote de considerar lo que estime respecto a la Plandemia; opina, no obstante que la HSSPX sí se posiciona sobre la cuestión moral, relativa a las líneas celulares de fetos de abortos provocados y utilizados para la obtención de las principales vacunas comercializadas. En este sentido, el superior de la Hermandad considera que sería lícito acceder a la inoculación en determinadas circunstancias, poniendo el ejemplo de un padre que, para evitar perder el trabajo del que vive toda su familia, accede a la inoculación. Pagliarani piensa en este caso que el padre de familia podría decidir si se vacuna o si, en cambio, decide confiar su suerte y la de su familia a la Divina Providencia. Estaría, pues, legitimado a tomar cualquier decisión.

El problema es que el ejemplo que utiliza el superior de la Hermandad no es válido, ya que no estamos hablando de un asesinato producido aleatoriamente para el cuál, las bienintencionadas empresas deciden aprovecharse, con pena en el alma, de la desgracia del aborto para un bien mayor para la sociedad como son las vacunas. Al contrario, los abortos son producidos por y para las vacunas. Es más, no se trata de un pecado remoto sino de un macabro negocio, un sacrificio ritual satánico de sangre de niños inocentes. Eso es el negocio del aborto y en esa cadena son parte activa las empresas farmacéuticas que, gracias al aborto, obtienen las vacunas. No solamente se trata de casos aislados y remotos de dos abortos producidos hace cincuenta años, sino que este crimen se realiza también para los propios ensayos de las vacunas. No se aprovecha el mal del aborto, sino que el asesinato es producido exclusivamente para la obtención de las vacunas. Para demostrar esto, facilitamos a continuación el siguiente vídeo:


Es curioso comprobar como, generalmente, los sacerdotes y religiosos que han rechazado considerar como aceptable la inoculación experimental de procedencia inmoral, son aquéllos que también (durante las conversaciones que la HSSPX tuvo con la Roma modernista) se mostraron contrarios a que la obra del Arzobispo Lefebvre claudicara ante la secta vaticanosegundista. Al mismo tiempo, coincide que aquéllos sacerdotes que sí han legitimado la vacunación Covid son, mayoritariamente, los sacerdotes tildados como «liberales» o «acuerdistas».

En otros ambientes tradicionalistas, la tesitura se encuentra también enfrentada; así la postura general de los obispos y sacerdotes de la Resistencia, es de oposición a la vacunación. Mientras en el sedevacantismo, los hay que mantienen un ¿prudente? silencio (caso del Instituto Mater Boni Consilii) y otros que han adoptado una posición en la línea de la ya postura oficial de la HSSPX (o incluso llegando más lejos), como es el caso de Sanrborn. Otros sacerdotes independientes sedevacantistas (como don Ernesto Cardozo o don Ramiro Ribas) han calificado la inoculación como inaceptable para el católico.

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