Ir al contenido principal

La iglesia conciliar no es la Iglesia Católica

 Declaración del Arzobispo Marcel Lefebvre, en ocasión de su Suspensión A Divinis por Pablo VI, el 29 de junio de 1976:

«Que la iglesia conciliar es una iglesia cismática, porque rompe con lo que la Iglesia Católica siempre fuera. Tiene sus nuevos dogmas, su nuevo sacerdocio, sus nuevas instituciones, su nuevo culto, todo condenado ya por la Iglesia en muchos documentos oficiales y definitivos.

Esta iglesia conciliar es cismática, porque ha tomado como base para su actualización principios que se oponen a los de la Iglesia Católica, tales como un nuevo concepto de la Misa expresado en los números 5 del Prefacio (decreto) al Missale Romanum y 7 de su primer capítulo, los cuales confiere a la asamblea un rol sacerdotal que no puede ejercer; de igual manera el derecho natural —es decir, divino— de cada persona y de cada grupo de personas a la libertad religiosa.

Este derecho a la libertad religiosa es blasfemo, porque atribuye a Dios propósitos que destruyen Su Majestad, Su Gloria, Su Reinado. Este derecho implica libertad de conciencia, libertad de pensamiento, y todas las libertades masónicas.

La Iglesia que afirma tales errores es por completo cismática y hereje. Esta iglesia conciliar no es, por lo tanto, Católica. En la medida en que el Papa, los obispos, sacerdotes o fieles se adhieran a esta nueva Iglesia, se separan ellos mismo de la Iglesia Católica».

Entradas populares de este blog

La Resistencia: ¿dividida?

No se revela ningún secreto al afirmar que hay una división latente en la nunca pretendidamente reorganizada Resistencia que encabezó el Obispo Williamson (q.e.p.d). Demuestra esto diferencias doctrinales en cuestiones de importancia que se dan en los diversos grupos de sacerdotes y obispos que la integran. Diferencias en relación al sedevacantismo, tolerado o incluso defendido por unos y defenestrado y rechazado por otros. Diferencias en torno a la validez del nuevo rito de consagración episcopal —aunque en este punto parece claramente mayoritaria la opinión de, al menos, duda prudente—. Diferencias también respecto a la aceptación de las últimas consagraciones del Obispo Williamson (a saber, las de Giacomo Ballini, Paul Morgan, Michal Stobnicki y, probablemente, la de Viganó sub conditione ). En relación a esto último, es llama la atención la actitud del blog afín a la Resistencia y fanáticamente antisedevacantista de Non Possumus ;  que rehúsa hablar de estas últimas consagrac...

¿Hacia el acuerdo?

La Hermandad Sacerdotal de San Pío X se encuentra en sus horas más bajas. Y la situación ciertamente es peor que en 2012, pues en estos doce años muchos sacerdotes firmes se han ido o fueron expulsados, han llegado muchos fieles procedentes del conservadurismo y faltan los dos obispos que podrían plantar una oposición a ese acuerdo que hoy se ve más probable que nunca. 

El llamado «árbol de Navidad»

Similar a lo que sucede con Halloween , el antes llamado «árbol del universo» y ahora «árbol de Navidad» tiene un origen druídico que buscaba celebrar el cumpleaños de uno de sus dioses adornando un árbol perenne, coincidiendo en cercanía con la fecha de la Navidad cristiana, para tratar de eclipsar ésta. Este árbol simbolizaba al árbol del universo, tenía el nombre de Divino Idrasil (árbol del universo: Yggdrasil), en cuya copa se hallaba Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín); y en las raíces más profundas estaba Helheim (el infierno o reino de los muertos). Este excesivo simbolismo es mucho más propio de la tradición pagana que de la cristiana, donde las verdades de la Fe se han transmitido en la cultura y en el arte, por lo general, de modo mucho más concreto y menos alegórico. Por ello, resulta muy forzada la explicación de algunos católicos que pretenden ligar el «árbol de Navidad» a San Bonifacio mediante una serie símbolos que vendrían a estar repre...